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jueves, 2 de mayo de 2013

EL ANÁLISIS DE LA FINAL DE LA CONCACHAMPIONS: MONTERREY VS SANTOS


FINAL LIGA DE CAMPEONES DE LA CONCACAF
MONTERREY VS SANTOS
EL ANÁLISIS POR: CHRISTIAN ESPINOSA FRAGOSO


Uno agradece este tipo de partidos, es cuando se entiende el por qué el fútbol une multitudes y envuelve pasiones. Esta edición de final de Concachampios entre Rayados y Santos se recordará por mucho tiempo por una remontada pletórica en un lapso de 20 minutos.

La ida

Partido sin goles  pero  de mucha disputa,  de mucha intensidad y envuelto en una pareja disputa por controlar el esférico y por atacar. Ambas escuadras hicieron un esfuerzo tremendo en lo físico, y aunque Santos tuvo más la pelota y avisaba constantemente con fabricar jugadas de peligro, fue Monterrey el que terminó siendo más incisivo al tener las llegadas más francas, de tal suerte que el portero rival, Oswaldo Sánchez, salió como la figura del partido. Santos nunca pudo hilvanar el juego que previamente nos había mostrado en la Liga, un juego práctico y contundente.  El cuadro de la Comarca no sacó ventaja en el duelo de local, y pese a que en la vuelta se puso arriba, fue un punto fundamental el no haberse ido al Tec con un provechoso marcador. Imagínense ustedes si los albiverdes hubiesen tenido un marcador favorable más los dos goles que hicieron en el campo de la pandilla, francamente la tarea de reacción de los de Vucetich habría sido aún más complicada.

La vuelta

Juego de momentos y emociones para ambos lados, desde un inicio los Rayados marcaron la pauta de ataque e intentaron con más entusiasmo que calidad irse al frente en el marcador. El técnico Caixinha planteó un parado santista muy discreto para ofender pero sumamente ordenado, cerró los espacios eficientemente, y deseaba marcar el tanto de visita que le permitiera poner contra la pared a los de azul y blanco.

Fueron dos tantos que no entraban en el presupuesto de los de la Comarca y helaron a toda la afición rayada, el orgullo estaba lastimado de muerte por el gran pique entre ambas insituciones de la misma región; sin embargo Monterrey no bajó los brazos, con la calidad de sus jugadores como principal arma se tendió al frente en gran parte porque lo permitió la dirección técnica de Santos, pero más por el ímpetu de darle la vuelta. En el papel, Santos hizo lo lógico y lo que dice el "librito" aguantar y buscar el tercero a la contra, pero es cuando el fútbol da lecciones, da giros de 360 grados y te manda de arriba para abajo en escasos minutos. ¿Por qué no seguir apretando al rival?, lo cual nos da como conclusión que aunque se tenga en un puño al rival se debe hacerlo pedazos y no dejarlo vivir y los Guerreros no lo hicieron, no terminaron la obra. 

La remontada

Victror M. Vucetich acertó en su desesperación – por que no se puede decir de otra manera si vas perdiendo una final en casa por 2-0- pero en la desesperación también se pueden tomar decisiones acertadas“Vuce” sacó a Basanta y metió a Severo para tener una bujía que pudiese adelantar líneas y defender a velocidad por si había un riesgo de contra. Mientras que Caixinha sacó a Edgar Gerardo Lugo para amarrar más el centro del campo con el español Marc Crosas y así renunció a la profundidad y peligrosidad que el surgido en la Noria podía aportarle.

Pero en la desesperación por verte abajo, te respalda el trabajo y las tablas de un equipo que se conoce, y más cuando existe la materia prima para lograrlo. Debemos valorar que el cuadro regio en ningún momento se encontró por casualidad los goles de la remontada, los hilvanó, los tejió, los creó de principio a fin; cualquier otro equipo hubies tirado pelotazos y centros de todos lados para que De Nigris o Suazo resolvieran pero la historia no fue así.

Suazo se echó el equipo al hombro y distribuyó el balón y la remontada, Zavala se fajó en la mitad del campo y no dejo de correr y apretar,  aunado a la juventud y explosividad de juveniles como el “Tecatito” Corona y Madrigal. Mientras tanto, Santos se desmoronó quedándose sin respuesta después de que De Nigris convirtió el primero. La lectura que me da la nula respuesta de los albiverdes es que jamás presupuestaron un 2-0 a favor, tan es así que la ventaja los terminó por nublar y verse y sentirse satisfechos, error que a la postre vaya que lo lamentaron.

Llegó el empate por parte de Neri Cardozo que aún le daba el pase a Santos por los goles de visita y el cuadro lagunero seguía frágil, y sin respuesta desde el banquillo. Ya con el tercer tanto en pelota parada y con una tibia marca sobre “ADN” se acabó y se gestó una voltereta impecable, una voltereta explosiva, una voltereta de agallas, riñones y de buen fútbol que terminó por subrayar Suazo para el 4-2 definitivo, ya con un Santos desmoronado.

Justo vencedor, remontada que sin duda fortalece el ánimo de Rayados, y reafirma al Rey Midas del fútbol mexicano como el entrenador más ganador de la actualidad, pero nos deja una lección de que en el deporte y en una final todo puede pasar.  Ahora viene una Pandilla embalada e inspirada para la justa final del torneo casero, pero lo que más esperamos es que este equipo de un salto de calidad en el mes de Diciembre en tierras marroquíes para la próxima edición del Mundial de Clubes. 


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