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martes, 1 de noviembre de 2011

Calaverita 2011

1 de noviembre, 2011. No podíamos dejar pasar las celebraciones, así que escribimos una calaverita, con cariño para todos los equipos de la Primera División.

Este día de muertos, la muerte traviesa
A la Primera División de México visitó
Y descubrió, con gran sorpresa
Que ninguno de los equipos la esperó.

Las Chivas, con sangre joven galopan
Y Jaguares de la selva es amo y señor,
Cruz Azul en segundos lugares se ahoga,
A los tres la huesuda directo a liguilla los llevó.

Tigres, cantando canciones del norte
De la presencia fantasmal ni se enteró
Pues el “Tuca”, al verla en el entrenamiento
Con sus gritos y regaños la espantó.

En la comarca la calaca puso su sombra
Pero el “Maestro” en su defensa la acomodó
Así, al ver la presencia de “San” Oswaldo
Despavorida, de Torreón presta huyó.

A Ciudad Universitaria fue a parar,
Piedra tras piedra, la cantera recorrió
Mas al ver doble (¿”Pikolín” defiende y puede atajar?)
Nuestra flaca amiga a otro lado corrió.

Cansada, se sentó a descansar en la Corregidora
Desentonada, el canto del galló imitó
Pero José Cardozo, el diablo mayor
Con su trinche de un golpe la rebotó,

Y los vientos la llevaron hasta Pachuca,
Encima de Jesús Martínez aterrizó,
Él le prometió su palco y su tribuna
Pero la muerte, insatisfecha, la oferta rechazó.

A Puebla con todos sus huesos fue a parar,
El uniforme de la franja intentó comprar,
Henaine con camotes la quiso sobornar
Y al panteón derechito fue a dar.

Por Monterrey se abstuvo de pasar,
Desde lejos, en el cerro de la silla observó
A un equipo armado para brillar y despuntar
Pero que solito su propia tumba cavó (y de ‘chupetes’ llenó).

A San Luis corrió en busca de tunas
Pero con el “profe” Ambriz se topó,
Y temiendo que con sus cabellos la fuera a picar
De la capital potosina lejos se marchó.

Por el centro de Morelia, vacilante decidió caminar
Sin saber que tras ella Tomás Boy se alineó,
Con sus gritos tremendo susto le fue a pegar
Y la muerte, despavorida corrió y corrió.

A Toluca la calaca se vino a asomar
Pero Eugui con su charla y juego la aburrió,
Quiso ayudarle a sus dudas disipar
Pero al final dejó al equipo de su señor,

Con sed, fue en busca de unas “margaritas”
Pero sólo dio con un paradero rojinegro,
En donde un joven chileno, Pinto el portero
Le gritó: “¡Ea, yo aquí no te quiero”.

En Tijuana le dijeron a nuestra flaca amiga
Que un perro no dejaba de ladrar,
Así que, para silenciar sus ladridos
A un casino muy ardiente fue todo a apostar,

Y perdió todo por apostar al Atlante,
“¡Qué buena vida deben llevar en el mar!”
Sin saber que vientos huracanados de Levante
Muy lejos de ahí la iban a arrojar.

A Zapopan jadeando se adentró,
Cuando el “profe” Arias, con afán instructor
Le propuso clases de protección,
¡Mas la muerte a todos los estudiantes reprobó!

Ya se iba triste la mortal y pálida figura
Cuando en Coapa algo llamó su atención:
Un muerto viviente envuelto en fría holgura,
"Si me llevé al River, a ti por qué no?”

Ahora el “Ame” tranquilo descansa
Pues no hay liguillas en el panteón,
Y en este día la muerte a todos los equipos les regala
El recuerdo de dónde llevan su corazón.

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